PREFACIO
Muchas veces, incontables, hemos escuchado o leído que somos "polvo de estrella"...que un alfarero espacial recogió y humedeciéndolo, hizo la masa con la cual nos hemos formado y manifestados... Es cierto, esa parábola la considero cierta, pero es solo una parte de nuestra creación, solo una parte. En realidad, nosotros los humanos, somos Cristal de Estrella, pues a través de nuestra menudificación, dispersión y después arrastre y paleado en tolvas de toda clase, mezclado con esas aguas atrapantes, nos han y nos hemos ido dando forma, la mas de las veces con el dolor, con el sufrimiento, como hacen con el mineral de hierro en la herrería, o con las arenas en las fábricas de cristales, que usando el fuego, levanta en el espacio del aire esas formas que nos muestran perennes y frágiles al mismo tiempo.
Así es, el sufrimiento nos puede llevar a ser algo, una piedra tallada, una cántara, una moneda, una cuchara, un arma forjada, una talla de madera, o como digo en esta obra, Cristal de Estrella, esa forma regular que irradia luz y atrapa en su armonía y belleza a quien lo contempla... Cristal de Estrella que no es otra cosa que el fruto del sufrimiento, del dolor que nos saca de nuestra masa informe y nos moldea...